Platón en el diálogo “Timeo” llama a sus compatriotas “los eternos niños”. No es que los acuse de infantilismo, sino que los alaba porque “veían en el asombro la condición más elevada de la existencia humana” (Harkianakis). Con base en el asombro surgió un pueblo de filósofos, no de tecnócratas. Por el contrario, en nuestra […]